¿Os imagináis que lo que come mamá durante el embarazo influyera en la memoria y emociones negativas de sus hijos? Pues eso es lo que un grupo de Investigación de Nutrición y Neurobiología Integrativa de la Universidad de Bordeaux han querido demostrar. Hay que decir que el estudio es en animales y por tanto no podemos extrapolarlo al ser humano, y es que, si hay conflictos éticos en estudios humanos, aún hay más para estudiar a mujeres embarazadas. Por tanto, cojamos algunas ideas.
Parece ser que la exposición temprana a alimentos ricos en calorías, ricos en grasas no saludables y azúcar, contribuye a la creciente prevalencia de la obesidad y sus resultados cognitivos y emocionales adversos asociados en la edad adulta. Por lo tanto, es fundamental determinar el impacto de dicho entorno nutricional en el desarrollo neuroconductual.
Los resultados de este trabajo sugieren que la exposición perinatal a High Fat Diet (dieta alta en grasas) altera la morfología neuronal del hipocampo y la amígdala, que podría participar en las alteraciones de la memoria en la adultez. Y hago aquí de nuevo el inciso. Cuando se hacen estudios con HFD no se utilizan grasas como el aceite de oliva, el pescado azul o lo frutos secos, sino grasas trans de mala calidad y muy poco saludables. Esperemos que llegue pronto el cambio de la definición de HFD y que en un futuro no muy lejano puedan especificar: “Dietas Altas en Grasas Horrorosas”.
Sigamos. Se han encontrado alteración en dos centros neuronales: el hipocampo y la amígdala basolateral. Ambos están relacionados con la memoria espacial y el procesamiento de recuerdos emocionales y la producción de respuestas emocionales apropiadas.
Período perinatal es una ventana crítica para la vulnerabilidad del cerebro
Durante las primeras semanas posnatales existe una ventana, especialmente antes del destete, donde la morfología y fisiología de las neuronas del hipocampo y la amígdala experimentan rápidos y pronunciados cambios. En particular, cambios significativos en la excitabilidad y sensibilidad a la entrada sináptica. Se demuestra por primera vez en modelos animales que la exposición materna a HFD induce atrofia dendrítica en el hipocampo y la amígdala.
Este estudio se suma a una creciente literatura que demuestra que el período perinatal es una ventana crítica para la vulnerabilidad del cerebro al tipo de alimentación que tenga mamá durante la gestación y la lactancia. Comer de forma saludable no debe ser una opción, es realmente una necesidad.
Autor: Xavi Cañellas
Msc Psiconeuroinmunología Clínica
Msc en Biología Molecular y Biomedicina
Co-autor de los libros Niños Sanos, Adultos Sanos y de Alimentación Prebiótica
Co-director y docente del Postgrado Experto Universitario en Psiconeuroinmunología Clínica de Regenera por la Efhre International University
Investigador colaborador en el proyecto Alimentación, microbiota y regulación de la inflamación en Hospital Josep Trueta de Girona
¡Wow! 🤯 Qué información tan interesante. Siempre he creído que lo que comemos influye en tantas partes de nuestra vida, pero nunca lo había relacionado tanto con la memoria y emociones de nuestros pequeños. Aunque sea un estudio en animales, definitivamente da qué pensar. ¡Y ojo con esas “Dietas Altas en Grasas Horrorosas”! 😂 Gracias por compartir este tipo de contenido y hacer que nos cuidemos un poco más. ¡Un saludo y a seguir investigando! 🧠🥦🍎🐟🤰👶📚✌️
Muchas gracias Clara por leernos y por comentar! Un fuerte abrazo! Y ya sabes, nada de grasas horrorosas 😀