Tercer, último cambio del circuito de la recompensa (IV) y a disfrutar:
Tercer cambio: comer no más de tres veces al día
Pero ¿por qué? muy sencillo: cuando comemos, nuestro organismo inicia la actividad del sistema parasimpático (aquel sistema que modula la digestión y el sueño, en contrapartida del sistema simpático que modula las situaciones de estrés) llevando una mayor cantidad de sangre hacia el aparato digestivo con tal de favorecer una óptima reabsorción de nutrientes y así almacenar energía. O sea, que nuestro cuerpo se vuelca en este proceso ya que tiene que ver con asegurarnos nuestra supervivencia.
Debemos saber que en ese momento nuestro organismo jamás se va a dedicar a regenerar ningún otro órgano ni va a destinar energía en generar ningún proceso de desintoxicación. No lo hace porque simplemente en ese momento hay cosas más importantes que hacer como almacenar energía.
Cuanto menos veces comes, menos envejeces
Mayores niveles de BDNF (Brain-derived neurotrophic factor), proteína relacionada con la regeneración del sistema nervioso o mayor presencia de SIRT, proteína relacionada con mecanismos de antienvejecimiento y antiinflamatorios, van a estar presentes en momentos en los que no comamos, ni hagamos digestiones.
Evolutivamente estamos diseñados para comer todo lo que podamos cuando hay comida para que después se activen todos los sistemas de regeneración y supervivencia cuando no la hay.
Aquello que impacta negativamente en nuestra salud no es la cantidad de comida que nos comamos cuando toque, sino la frecuencia en que lo hacemos. Si comemos cada dos o tres horas, el problema es que nuestro pobre aparato digestivo se tira todo el día haciendo digestiones. Porque da igual que entre poco, la cuestión es que el cuerpo tiene que interrumpir todo lo que está haciendo y centrarse en digerir. De esta forma, impedimos la posibilidad de activar los procesos de antienvejecimiento y, por tanto, podemos afirmar que comer de una forma constante nos envejece.
No estreses a tu organismo
Por eso es algo totalmente incoherente comer cinco veces al día, porque estás estresando al cuerpo constantemente. Para que te hagas a la idea: imagínate que en el trabajo te pidieran que a las 9 fueras a trabajar, trabajes media hora, vayas a descansar 2 horas, vuelves a trabajar 2 horas más, vuelves a tu casa a descansar otras 2 horas, vuelves a trabajar media hora más, otro descansito, dos horas más trabajando… y encima con poca carga de trabajo. ¿No te parece mejor trabajar 4 horas seguidas con una carga de trabajo mayor que durante 14 horas intercaladas con un estrés brutal? Si tú te aburrirías y te agotarías, nuestros órganos también; déjalos que hagan tranquilamente una digestión de 4 horas y luego descansen completamente hasta la siguiente comida.
Sacíate, pero de comida de calidad
La paleodieta es el estilo nutritivo que nos va a permitir generar esta sensación de una forma óptima porque:
- Los carbohidratos que se ingieren (verdura, fruta y tubérculos) son de baja carga glicémica y no presentan disruptores endocrinos (gluten y lectinas de los cerales) que puedan perturbar nuestro ritmo de hambre-saciedad.
- Las grasas que encontramos en el pescado azul, la carne de calidad, el aguacate, el aceite de oliva, el coco, nueces de macadamia crudas… son claves para generarnos una óptima sensación de saciedad.
Enemigos principales:
1) El carbohidrato refinado: Estos enemigos atacan generando hambre química, que es muy engañosa. Comer pan, pasta, arroz o azúcares te produce una saciedad momentánea pero a las pocas horas necesitas picar algo más. Esa forma de llenarnos en picos glucémicos nos obliga a necesitar comer a todas horas del día, pero no tienes hambre real, sólo te apetece picotear para calmar tus ansias y todos los picos en esta vida significan desequilibrio. Ahí nuestro circuito de recompensa se vuelve loco porque no obtienes un equilibrio energético ni en tu metabolismo ni en tu sistema nervioso central.
Si quieres picar, fruta
Es habitual que, en el proceso de transición de cinco a tres comidas, al día sea imposible resistir sin comer nada a media mañana o a media tarde. Si te aparece el hambre ahí y no puedes aguantar, toma algo de fruta ya que es con lo que le vas a generarle menos trabajo a tu aparto digestivo. De la misma forma, si tienes algún bajón en una de las tres comidas y con la fruta no tienes bastante, puedes comer chocolate a partir de 75% de cacao o miel de calidad. Conforme vayas integrando esta forma de comer, verás como comer tres veces al día ya no supone ningún esfuerzo, al contrario es lo que tu cuerpo te pide.
Incluso conforme vayas avanzando es posible que decidas saltarte alguna de las tres comidas del día ya sea por falta de tiempo o porque lo que hay para comer no te apetece. Al hecho de saltarte alguna de las comidas del día se le conoce como intermitent fasting (ayuno intermitente) y es justo en estos momentos donde se observan mayores niveles de las proteínas BDNF o SIRT que ya conoces.
Autor: Carlos Pérez Ramírez
Máster en Psiconeuroinmunología
Profesor Formación Psiconeuroinmunología Clínica Regenera
Autor del Libro: Paleovida