¿Sabías que nuestras emociones pueden tener un impacto significativo en nuestra salud física y mental? En este artículo, aprenderás cómo funcionan las emociones y los bloqueos mentales y cómo pueden afectar nuestra vida diaria. Entenderás las emociones desde la psiconeuroinmunología y además, te proporcionaremos algunas soluciones para intervenir en aquellos problemas que la gestión emocional del día a día, problemas que pueden estar impidiendo que vivamos mejor o que alcancemos un buen estado de salud física y mental.
Entiende las emociones desde la psiconeuroinmunología
La psiconeuroinmunología parte de la base de que las emociones, el estrés, la ansiedad o la depresión provocan cambios tanto a nivel de sistema hormonal como del inmunitario.
El psicólogo Robert Ader y el inmunólogo Nicholas Cohen fueron dos investigadores que estudiaron por primera vez en los años setenta el mecanismo que explica cómo el estrés emocional puede afectar nuestra salud física. Demostraron, en varios experimentos realizados en la Universidad de Rochester, la relación entre sistema nervioso e inmunitario. Es decir, cómo las emociones pueden afectar a nuestro sistema inmune y a la inversa.
En sus estudios de psiconeuroinmunología, los investigadores administraron, a un grupo de ratones, sacarina (un estímulo parcialmente inocuo) y un inmunosupresor. El objetivo era comprobar si la respuesta inmunitaria de los ratones podía ser condicionada por un estímulo previamente neutral.
Los resultados fueron sorprendentes. Los ratones que habían recibido sacarina junto con el inmunosupresor mostraron una respuesta inmunitaria reducida cuando se les administró solo sacarina en el futuro. Esto sugería que su sistema inmunológico había sido condicionado por el estímulo previamente neutral de la sacarina.
Este experimento fue pionero en el campo de la psiconeuroinmunología, ya que demostró que la mente y el cuerpo están estrechamente relacionados y que el sistema inmunológico puede ser modulado por factores psicológicos.
¿Y cómo esto puede afectarnos en nuestro día a día? Cuando dos neuronas disparan al mismo tiempo y permanecen juntas, puede activarse este mecanismo asociativo. Por ejemplo, cuando una infección vírica gastrointestinal coexiste en el tiempo con una separación traumática. En algunos casos, mientras el procesamiento emocional de la separación no se haya llevado a cabo, la gastroenteritis persistirá.
Emociones y bloqueos mentales que produce el estrés
La teoría polivagal de Stephen Porges sostiene que nuestro sistema nervioso tiene distintas formas de responder ante situaciones de estrés. La respuesta polivagal, que se activa cuando nuestra respuesta simpática no es efectiva y nos deja sintiéndonos impotentes y desesperados.
Según Stephen Porges, nuestro sistema nervioso se divide en tres tipos de respuestas posibles ante una situación de estrés. Esta teoría expone que nuestro sistema nervioso se divide en tres tipos de respuestas posibles ante una situación de estrés: la respuesta del sistema nervioso simpático, la respuesta del nervio vago dorsal y la respuesta del nervio vago ventral.
Tres ejemplos de cómo nos afecta la respuesta al estrés según la teoría de Stephen Porges en nuestra vida diaria:
- En situaciones estresantes, como hablar en público o tomar una decisión importante, nuestro sistema nervioso simpático se activa, lo que nos lleva a experimentar síntomas como sudoración, aumento del ritmo cardíaco y respiración rápida.
- La teoría de Porges también sugiere que las personas que han experimentado traumas en el pasado pueden tener dificultades para regular su respuesta al estrés. Por ejemplo, pueden tener una respuesta exagerada a situaciones estresantes que para otros serían manejables. Esto puede manifestarse en problemas de ansiedad, depresión u otros trastornos de salud mental.
- Otra forma en que la teoría de Porges puede afectar nuestra vida diaria es a través de nuestra capacidad para conectarnos con los demás. Según Porges, el sistema nervioso parasimpático juega un papel relevante en nuestra capacidad para establecer relaciones sociales saludables y significativas. Si nuestro sistema nervioso no se activa correctamente en situaciones sociales, puede dar como resultado dificultades para establecer y mantener relaciones saludables con los demás.
La respuesta simpática nos prepara para luchar o huir
La respuesta del sistema nervioso simpático es la respuesta de lucha o huida que se activa cuando sentimos miedo o amenaza. Esta respuesta se caracteriza por el aumento de la frecuencia cardíaca, la sudoración, la dilatación de las pupilas y la liberación de adrenalina.
La respuesta parasimpática nos hace entrar en un estado de bloqueo o parálisis
La respuesta del nervio vago dorsal es la respuesta de inmovilización que se activa cuando sentimos que no podemos escapar de una amenaza. Esta respuesta se caracteriza por la disminución de la frecuencia cardíaca, la reducción de la respiración y la contracción de los músculos.
Esta respuesta fisiológica natural debería ser momentánea y debería durar lo que dura el peligro que la activó. Pero no siempre es así y podemos encontrarnos en situaciones de estrés prolongado que prolongan la respuesta de bloqueo y parálisis emocional. ¿Y qué sucede si reprimimos nuestras emociones durante mucho tiempo? Podemos mostrar síntomas asociados como problemas gastrointestinales, de ansiedad (miedo latente no expresado), insomnio o dolores psicosomáticos (como cuanto desarrollamos afonía por callar cosas importantes).
La respuesta parasimpática social nos ofrece soluciones creativas y de diálogo
¿Cómo podemos procesar de forma sana esta reacción natural? Debemos dar una respuesta proporcional, específica y a tiempo.
Es la alternativa a la parálisis y la lucha. La respuesta del nervio vago ventral es la respuesta de conexión social que se activa cuando nos sentimos seguros y conectados con los demás. Esta respuesta se caracteriza por la reducción del estrés y la liberación de oxitocina, lo que nos permite establecer vínculos emocionales con otras personas.
La gestión emocional es crucial para nuestra salud y bienestar, y las emociones pueden afectar nuestra salud de manera significativa. Es importante comprender cómo funciona el cerebro y cómo se relacionan las emociones con nuestro día a día para poder intervenir en aquellos factores que puedan impedirnos vivir felices y alcanzar nuestros objetivos.